Cabe destacar que, históricamente, los mercados financieros han sido en gran medida indiferentes tanto a las elecciones presidenciales como a las de mitad de período en EE. UU. Los movimientos del mercado son más propensos a ser impulsados por fundamentos del mercado, como las ganancias corporativas, las tasas de interés y otros factores económicos. Tomar decisiones de inversión basadas en promesas de campaña o políticas propuestas puede no ser prudente, ya que es raro que tales cosas se materialicen exactamente como se describen en la campaña electoral.
Por lo tanto, aunque las elecciones de 2024 serán eventos significativos con el potencial de influir en la política económica, el impacto en los mercados internacionales dependerá de una variedad de factores, incluidos los resultados específicos de las elecciones, las políticas económicas posteriores a las elecciones y las condiciones económicas globales y locales predominantes.